Tremenda algarabía se formó en la Ciudad de México luego de conocerse la clasificación de la selección mexicana a octavos de final, gracias a la derrota que sufrió Alemania frente a Corea del Sur.
La alegría de los aficionados mexicanos fue tal que se fueron hasta la embajada de Corea del Sur en México, para agradecer y felicitarlos por el triunfo obtenido que mantiene al 'Tri' aún con vida en el Mundial de Rusia 2018.
"Coreano, hermano, ya eres mexicano!", se escuchaba en las afueras de la embajada coreana. Pero el alboroto no terminó ahí. El embajador de Corea del Sur en México, Kim Sang-il, se unió al festejo de los hinchas y terminó siendo cargado en hombros.
El embajador coreano en México salió a cotorrear con la banda que le cayó a la Embajada de Corea a celebrar, jajajajaja. #KOR #MEX pic.twitter.com/tBEhPjax1F
— Javich (@r3ivajx) 27 de junio de 2018
Video: El embajador de Corea del Sur en México es ovacionado por la afición mexicana tras darle el pase a octavos a la selección mexicana. pic.twitter.com/Xl6ulTKrp1
— Imágenes Históricas (@HistoriaEnFotos) 27 de junio de 2018
"Viva Corea!": de cómo los mexicanos pasaron de la rabia a los abrazos
De dar puñetazos a las mesas, gritos enardecidos y llanto, decenas de mexicanos que veían horrorizados en un bar céntrico de México cómo perdía la selección frente a Suecia, pasaron en cuestión de segundos a los saltos y abrazos al grito de: "Corea", "¡Corea!", "¡Corea!".
Es que México, que sumaba dos victorias electrizantes ante alemanes y surcoreanos y tenía casi el pase asegurado, cayó 3-0 ante Suecia este miércoles en Ekaterimburgo.V
Se percibía el desastre y los ánimos se desinflaban. En las calles no había movimiento alguno.
Pero en al instante todo cambió: el Tri terminó pasando a octavos del Mundial-2018 casi de milagro, como segundo del Grupo F, gracias a la victoria increíble por 2-0 de Corea del Sur sobre el campeón mundial Alemania, eliminado de Rusia-2018.
"Dependimos de Corea, salió bien al final", comentó Agustín Casasola, un abogado de 31 años, alzando su vaso de cerveza. A pocos metros, Cecilia González, una estudiante de 22 años, celebraba con tequila.
Los partidos se transmitían al mismo tiempo, en las mismas y gigantescas pantallas.
"Pasé del llanto a la risa, tenemos que celebrar que vamos a octavos de final. Gracias a Corea! Gracias, gracias, ni siquiera sé bien exactamente dónde queda", dijo vestida con la camisa azteca y rodeada por un grupo de amigas.